21.2.11

Reflexiones de una mañana sin ti.

-" A mi me recordáis, a mi y a el, hace tres años"
Y tras decir aquella frase miles de imágenes ocuparon mi cabeza.
Aquellos meses sin vernos. Meses de llamadas eternas, de conversaciones eternas, de despedidas largas e interminables. De cosquilleo en el estomago al darme cuenta que me quedaba poco tiempo para verte. De valorar hasta el punto de llegar a emocionarme las palabras
"hasta mañana".
De que se me iluminara la cara al verte de lejos en cualquier colegio salesiano. Esa sensación de querer aprovechar contigo el máximo tiempo posible. Esas miradas cargadas de un sentimiento diferente a todos los sentimientos del mundo. Sensación de un placer inocente al solo rozarte la mano...
Y esos abrazos...que me rodeaban entera. Para que no me escapara decías tu, pero, si escaparme ni siquiera era una opción cuando estaba entre tus brazos.
Son recuerdos tan sumamente bonitos, y tan sublimemente perfectos... que... no entiendo nada.
Supongo que maduramos, y se nos quedo pequeño todo. Las aspiraciones, los sueños, los proyectos...
Nuestra historia se fue ensuciando con el paso del tiempo... tanto que hemos llegado a esto.
A querer olvidarnos de todo. O a hacer como los que nos hemos olvidado de todo.
Y aun así, creo que dentro de muchos años, nos volveremos a encontrar, por casualidad quizás.
Te imagino, cogido de la mano de una mujer muy guapa, que te mira con una ternura que llena corazones, mientras tu sonríes de esa manera tan tuya, que consigues enamorar a cualquiera que pase y este falto de sonrisas bonitas. Yo camino bromeando con aquel que fue tu compañero de batallas cuando aun pensabais que juntos podríais con todo, y que ahora lucha por sacarle sonrisas a una pequeña de rizos dorados. Es entonces cuando nuestras miradas se encuentran entre tanta gente desconocida, y nos miramos de esa manera que nos miramos la primera vez después de un primer beso dulce e inocente. Es entonces cuando apretamos más que nunca la mano de nuestra pareja y tras un asentimiento mutuo casi imperceptible entre ambos, accedemos a saludarnos y a preguntar ciertas cosas que cuando nos despidamos, tengamos la sensación de que no hemos prestado atención a nada de lo que hemos transmitido con palabras. Pero sin embargo nos habremos enterado de todo aquello que habremos transmitido con miradas.
Es cierto, ahora que lo dices, hay sentimientos, que no cicatrizan nunca.
 Remolino de pasiones

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