25.5.11

De cuando me da por recordar.

"A veces el cambio es explorar una ruta que antes no habías recorrido"
No quiero que bajo ningún concepto pienses que he llorado por el después de haber besado labios como los tuyos. No quiero que pienses que lo echaba de menos, o que necesitaba lo que el me daba. No quiero que te quepa ninguna duda sobre lo que siento por ti. El primer día que te vi, me gustaste tanto que perdí el sueño por unos días. Se me pasó. Es cierto. Porque desapareciste. Hasta aquel día en el capó de tu coche mientras tus dedos se deslizaban por mi espalda. ¡Ayy! Cielito de escarcha. Tan solo quería que el mundo se parase. Al carajo los suizos y sus malditas fabricas de relojes. Yo habría parado tu reloj. Porque yo, nunca llevo, es una forma de no vivir al abismo del tiempo. Pero créeme cuando te digo, que hubiera sido feliz, si por mano del diablo, el mundo se hubiese parado en seco. Estoy segura que nuestros corazones insatisfechos habrían seguido latiendo. El corazón es el único órgano del cuerpo que se adelanta a los acontecimientos. El mio, siempre bombeaba más sangre cuando estabas cerca, tan solo el sabía que entre tu y yo habría historias tan bonitas como la que me hubiese gustado poder contar de aquel día en el que tus dedos dibujaban garabatos bajo mi pelo. Pero bueno, no te entretengo más leyendo divagaciones. Aquel día, habría hecho caso omiso de las personas presentes en aquel instante. Me habría dado la vuelta y te hubiera susurrado al oído, que me volvías loca. Te recuerdo, que aquel día hacía calor. Era verano. Más concretamente agosto. Y hacía la temperatura perfecta para fundirme contigo sobre el coche y bajo las estrellas. Si. Es cierto. Lo confieso. Hacerte el amor siempre fue una de mis grandes prioridades.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Regalame una Piruleta.