Agua.

100 km hace dos días me parecían un suspiro. Ahora me parecen un viaje a la luna a  p a t a  c o j a . Odio la lejanía. Y cuando hablo de lejanía me refiero a distancia entre corazones, no entre cuerpos físicos. La segunda, tiene cura, la primera te abrasa el corazón hasta dejarte sin aliento y recordarte lo jodidamente triste que es tu vida sin algunas personas. Hasta tus ausencias fueron esenciales en mi vida, precisamente para comprender que las personas que se quieren no tienen porque ser intermitentes. Sin tu saberlo, has sido un creador de sonrisas en mis días malos, y en mis días buenos también. Tantas horas escuchandote, dan para que cuando me faltes, note tu ausencia casi como ninguna otra.Desde hoy, odio el agua, y me desidrataría por tí si la recompensa es tenerte cerca. A pesar de todos los lamentos, y pase lo que pase, pienso cumplir mis promesas de tardes de domingo gaditanas. Porque soy una bobaenamorada de Cádiz, de las amistades que perduran para toda la vida y de los sentimientos secretos que se guardan en los corazones más sinceros. Confío ciegamente en los deseos que pedí a unas pocas de estrellas invisibles perdidas en una oscuridad que escondía mucho más que unos pocos de luceros inventados.