JL.

Ha sido la única persona que me ha llamado reina. Además, con tanta ternura que cada vez que le escuchaba decirlo me daban ganas de abrazarle. Tenía una voz peculiar, pero a mí personalmente, me encantaba. Sobretodo cuando me contaba historias. Siempre tenía historias que contar, de viajes, de momentos, de curiosidades... nunca importaba el que contase, importaba como lo contaba, no me preguntéis porqué. No lo sé. Pero os puedo asegurar que os encantaría escucharle hablar.

Este hombre, también tenía algo que lo hacía especial. Su sonrisa. Y su capacidad para saber donde hacía falta una. Quizás, esto ultimo, es cosa mía, y le he otorgado ese don en este escrito y no es real, pero, ¿os digo la verdad?, conmigo, si lo tenía, si tenía el don de saber cuando necesitaba una sonrisa tranquilizadora, siempre se giraba de aquel sillón para sonreírme cuando más lo necesitaba, ya os digo, no sé si por casualidad o porqué, lo importante es que lo hacía, y que me tranquilizaba, claro.

No tenía con el mucha confianza, pero me da igual, es de esas personas que nunca se olvidan, pase el tiempo que pase, cambie tu vida lo que cambie...

Hablo en pasado, porque este hombre ya no está en mi vida, ni va a volver a estarlo, y sinceramente, me da pena.

Además tengo algo que agradecerle.  "Mejor imposible"