24.2.10

9: 15 am

Cuando entraron en el tren todos levantaron o giraron la vista para mirarles. No sé muy bien si por sus vestimentas visiblemente estropeadas o por su mal olor facilmente perceptible. O quizás por ambas cosas. Un segundo despues, todo el mundo había vuelto a sus propios pensamientos, salvo ella. Sacó su blog de dibujo y comenzo a dibujar las manos de los pasajeros del tren. Así aprovechaba para el trabajo que tenía que entregar el proximo martes, y dejaba de pensar en los dos individuos que acababan de entrar. Pero de poco sirvió su afán por no prestarles atención, porque poco tardo uno de ellos en acercarse para preguntarle si le cambiaba un retrato por dos porros. Intentó que su cara no mostrase el desconcierto que aquellas palabras habian mostrado en ella, y de la forma mas educada que pudo le contestó que aun no había adquirido tal nivel en dibujo como para hacer un retrato, y que además no fumaba. El la miro sonriente(sonriente pero sin dientes) y le ofrecio un sorbo de su cerveza. "no gracias, tampoco bebo cerveza". El hombre la miró extrañado, y con un español bastante malo, le dijo asombrado que era una chica bastante extraña, pero que así le gustaba mucho más. Ella a pesar del miedo volvio a sonreirle. Y cuando giro la cabeza, se dio cuenta que todo el vagón habia estado pendiente de la escena, y la miraban con cara de no entender como era capaz de entablar cualquier conversacion con gente como aquella.
Ella volvió a su dibujo, siempre le dio igual lo que los demas pudieran pensar de ella. Y justo antes de que el tren volviese a frenar, este hombre se hacerco a ella y le dijo "miau", la chica lo miro con cara de no entender nada, y de forma simple, le contestó, "miau digo cuando una chica me gusta muchisimo, en todos los sentidos, pero no se lo digas a tu novio, que me mataría"

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