Febrero...

Necesito llorar. Pero llorar mucho. Y cuando digo mucho, quiero decir que me llevaría días llorando sin parar. Y no especialmente por tristeza (que también), sino, por llorar, por el mero placer de llorar. Y no querer que nadie me comprenda, y enfadarme mucho contigo por no comprenderme. Porque en situaciones asi, tienes que hacer todo lo contrario a lo que te digo, aunque también me cabree. No es facil de entender, y lo sé, pero si no lo entiendes, también me enfadaré, y mucho.
OLVIDAME.
Hoy,me digas lo que me digas voy a enfadarme. Te guste o no. Tengo pocos días así, pero cuando los tengo, más vale que todo este construido con pilares a prueba de desastres naturales.
Odio esta sensacion de saturacion, esta sensacion que desordena mi conciencia como lo que más. Y no voy a mentir diciendo que odio pagarla contigo por que quede bonito... porque los dias así forman parte de los detalles que hacen mi personalidad real, y quererme, incluye muchas cosas, muchas cosas malas...
y necesito llorar, ¿lo he dicho ya?, no... ¿Verdad?, pues llorar como si mi vida se fuera en ello, y que me abraces, aunque no quiera reconocerlo, y me des más cariño que nunca.