15.3.11

Ricitos de oro.

Ella era una persona egoista.
Manipuladora, y a veces incluso rastrera.
También era fría y sabía que tenía que hacer y decir para hacerle daño a los demás
Se enamoraba con facilidad, y se desenamoraba con la misma.
Para ella el amor, no era más que una manera de no sentirse sola.
Exigía recibir pero le costaba mucho dar.
A ella le gustaba ser el centro de atención y que siempre hicieran lo que ella necesitaba que hicieran por ella.
En definitiva, era una persona que nadie querría tener como pareja.
Aunque ahora, debería de estar sintiendo algo diferente al amor, quizás más fuerte.
Porque incluso en sus días tontos y vagos, tiene necesidad de dar, en vez de recibir.

Remolino de pasiones

1 comentario:

Pablo dijo...

mi ricitos de oro, no es asi

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Regalame una Piruleta.